05 abril 2011

Historias de la Guerra Civil

      
          En una estructura de Estado en absoluta impunidad porque no hay garantías ningunas, porque un Estado permite que un asesino campe por sus anchas.
            El silencio de mucha gente es la constatación de ese miedo.
            De Motril salían para Vélez de Venaudalla,  por los montes en desbandada.
            La gente se fue, movilidad obligada o forzada, y desaparecidos forzosos. La guerra supuso un gran coste humano. Cuando cayó Málaga vinieron en desbandada por la costa y por los montes de Granada, por “las arás”, y los cogían grupos afines a las tropas franquistas, cuando iban a llegar al río.
La desbandada de Málaga
            La Rondana de Melegís nació en el año 1931, y se acuerda que con 5 ó 6 años (ella andaba todo el día por la calle), habían hecho una gran zanja desde la Puerta de la Iglesia hasta la puerta del Cementerio. Trajeron de otros pueblos 18 a 25 personas y les dieron de comer, los hartaron de patatas fritas con pimientos fritos. Entre ellos había un matrimonio, se acuerda que el hombre se llamaba José y dijo si me dais muerte a mí, matáis a mi mujer también. Los pusieron en la fila y unos por delante de la zanja, y otros por detrás, todos cayeron a la fosa, les echaron la tierra y allí se quedaron.
La Rondana de Melegís, con su nieto. 
            Al parecer esto fue el  fue el 20 de julio de 1936, se llevaron a quién era en ese momento el Alcalde del pueblo Antonio Roldán Garrido. Lo mataron en la cárcel de Granada el 25-03-37, a las cinco de la mañana, según comentaron varias mujeres del pueblo que se acordaban.

            Encarnación, mujer casada con Claudio de Nigüelas, la fusilaron con 40 años. La única razón que se ha encontrado para ello, es que cuando fue Fernando de los Ríos a Nigüelas, en unos mítines que se dieron por el partido, esta pobre mujer al ver que Fernando de los Ríos llevaba mucho tiempo de pie le sacó una silla de su casa y se la dio.
   Cuando la llevaban detenida camino de vuelta de Nigüelas, su marido y sus  hijos que venían de trabajar se cruzaron por el camino, y viendo que llevaban a su mujer y madre atada ya no regresaron al pueblo sino que se fueron por la sierra hacía la zona de Guadix (Granada).
   Se la llevaron a Melegís y la enterraron en el tranco del cementerio por la parte de afuera, para que todos la pisaran. Su hija se llamaba Ascensión.

            El Cortijo de Buas. En este cortijo, que ya existía en el año 1750 según consta en el Mapa de el Catastro del Marqués de la Ensenada, metían las armas que se le incautaron a todos los que venía huyendo de las tropas franquistas con la caída de Málaga, principalmente hubo desbandada hacía las costas de Motril, y  los que venía huyendo de Almería, pasaron por estas zonas interiores. Hubo algunos que bajaron desde “las arás”, hasta el cortijo del “El Majen”, que está a la orilla del río,  y estuvieron allí toda la noche hasta que lograron cruzar el río, entonces algunos de los que militaban en las listas de la falange los detuvieron y apresaron, y a otros se los llevaban para fusilarlos en otros sitios.
Pantano de Beznar, Cortijo de Buas al fondo

            Según cuenta Antonio Nadal en su libro “Guerra Civil en Málaga”: “Los combates se sostuvieron en todos los frentes hasta que escasos de municiones, sin poder proveerse los sectores de la costa, desde la costa y Coín se inició la retirada hacia Málaga con la población civil de todo el sector. En la noche del día 6 de febrero de 1937 por iguales circunstancias marchaban hacia Málaga el sector Valle de Abdalajís con población civil. En Málaga capital se decidía la evacuación hacia Almería único sitio libre por cuanto, además, durante el día 7 se mantuvo la lucha en Ventas de Zafarralla con lo que se facilitó la retirada de los demás frentes y de la capital. Comenzaba el terrible éxodo de los malagueños.”

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